madurez emocional

Como adquirir madurez emocional

La madurez emocional no está condicionada tan solo a nuestros genes, también las experiencias que sufrimos a lo largo de nuestra vida juegan un papel fundamental en su desarrollo.

A medida que vamos creciendo y que nuestras vivencias se van haciendo, quizás no más intensas,pero sí adquieren un peso más importante en nuestra vida; podemos llegar a ver con claridad como los hechos que nos marcaron en la infancia salen a la luz, y sobre todo, como es nuestra actitud frente a las tragedias o errores.

Es por ello que una persona que en sus genes carezca de autosuperación y no haya adquirido esa característica de manera voluntaria, tendrá grandes dificultades para enfrentarse a las circunstancias que la vida vaya ofreciendo.

Adquirir madurez emocional es algo que por lo general va ocurriendo de manera involuntaria con los años, sin embargo pueden darse casos de niños realmente maduros, o todo lo contrario, adultos inmaduros.
Sea como sea podemos ofrecer algunos consejos que pueden ser de gran ayuda para adquirir una mayor madurez emocional.

Razonar e intentar entender las tragedias y errores de nuestra vida:

Uno de los mayores fallos que una persona puede cometer ante una desgracia es el pasotismo y la absoluta decepción (por no hablar de la ira y el odio).

Ante las desgracias la postura más acertada es la de razonar e intentar entender el por qué de las cosas, sin olvidar la repercusión sentimental que puedan tener para nosotros; lo mismo ocurre con los errores.

Pensar antes en nuestros fallos que en los de los demás:

Las personas inmaduras tienden a justificiar sus errores con los de los demás, a obviar sus propios fallos y criticar al resto, esta conducta solo lleva a crear una máscara que nos aisle del mundo y, poco a poco, de nosotros mismos.

No dejarnos influir por opiniones ajenas

Tener nuestros ideales bien definidos y no dejar que las opiniones ajenas nos destruyan o desmoronen es uno de los básicos fundamentales para poder adquirir madurez emocional.

Admitir nuestra debilidad

Si bien podremos encontrar en nuestra vida varias personas que afirman ser estrellas caídas del cielo, carecen de madurez. Aquel que tiene claros sus puntos flacos y se esfuerza en superarse a sí mismo consigue llegar a ese estrellato que muchos ansían. Es por ello que la sinceridad personal nunca puede faltar en nuestro camino a la madurez.

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